martes, 19 de enero de 2010

SHERLOCK & STOCK

Toca ahora un repaso a la nueva película de Sherlock Holmes dirigida por Guy Ritchie, que no está basada en ninguna novela gráfica. Aunque se ha comentado en muchos sitios, incluídas notas de prensa (ese género periodístico que está sustituyendo a la crítica cinematográfica) que este nuevo enfoque fdel detective de Baker Street parte de un cómic inédito escrito por Lionel Wigram y dibujado por John Watkiss, no es así.



Como diría un asesino contemporáneo al bueno de Sherlock: vayamos por partes. Lo que Wigram (productor ejecutivo de las dos últimas entregas cinematográficas de Harry Potter) hizo fue encargar unas ilustraciones al dibujante de cómic John Watkiss (aquí está su blog) para que el proyecto que llevaba tiempo queriendo vender, entrara por los ojos. El plan tuvo éxito y la Warner decidió producir la película. Según USA Today la imagen que captó la atención de los que manejan los cuartos fue la del detective sucio y desaliñado con el látigo(sic) en una mano y la espada en la otra.



Todas esas ilustraciones de John Watkiss, que ha trabajado para DC Comics para la línea VERTIGO en, por ejemplo, Sandman Mistery Theatre (la saga The Face en la que su arte recordaba al de Bernard Krigstein en EC Comics) o en la nueva versión de The Deadman con guión de Bruce Jones (sí, ese chico nuevo que hizo Hulk) han sido expuestas en la galería Nucleus de Los Angeles y se pueden ver y comprar aquí. Dado el éxito de la película no es de extrañar que se acabe editando un cómic finalmente.



Sobre la película en sí, su mayor acierto es presentar a un Sherlock Holmes para el público actual (esa entelequia) y haber escogido para interpretarlo a Robert Downey Jr. Un excelente actor, reconvertido en estrella del cine de acción tras el éxito de Ironman, que incide en aspectos del personaje que, aunque presentes en la obra de Arthur Conan Doyle,  nunca se habían explotado tanto. Holmes, desprovisto del la gorra del cazador y la pipa curva (fuma una recta) que eran aportaciones del ilustrador Sidney Paget, pelea (en las novelas era experto en esgrima, boxeo y Bartitsu), es excéntrico, se disfraza, su capacidad de deducción y sentido de la orientación son encomiables (a destacar la escena en la que lo llevan en carruaje con la cabeza metida en un saco y aun así descubre a donde le han llevado gracias a su oido)  y el actor estadounidense imita el acento británico de forma más que correcta. De momento, la prensa extranjera en Hollywood le ha premiado con el Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia y/o Musical y no sería de extrañar que, lo mismo que Johnny Depp por su Jack Sparrow hace años  (personaje al que este Holmes no se parece, digan lo que digan algunas críticas), sea candidato al Oscar.



A Downey Jr. le acompaña Jude Law como un esbelto y atractivo Dr. Watson que, sobre todo, funciona como contrapunto del protagonista sin caer en la caricatura. No hay que olvidar que se trata de un médico veterano de guerra que, en la obra de Doyle, además de ejercer de narrador, era el alter-ego del propio autor, con lo que no tenía nada que ver con el gordito entrañable que interpretó Nigel Bruce junto a Basil Rathbone. La relación entre ambos personajes recuerda a Butch Cassidy y Sundance Kid o, buscando en la filmografía de uno de los productores del film, Joel Silver, Riggs y Murtaugh.



Del resto de protagonistas destaca el villano Lord Blackwood, al que un excelente Mark Strong (¿nuevo malo de moda?) le dota de una presencia que, al estar tan desdibujado en la trama, no tendría en otras manos. El personaje no deja de ser un remedo del ocultista Aleister Crowley (que se vió las caras con el detective en las novelas Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos y Sherlock Holmes y la boca del infierno del escritor asturiano Rodolfo Martínez) con toques de malo de James Bond.



Menos interesante es Irene Adler ("la mujer" según Holmes) interpretada  por Rachel MacAdams. Guapa actriz que había realizado buenos trabajos en películas como El diario de Noa pero que no parece encontrarle el punto al personaje. Del resto del reparto destacaría a Eddie Marsan (el villano de Hancock) como Lestrade y William Huston como el agente Clark, buenos contrapuntos para los protagonistas.



La película está plagada de refencias a personajes y situaciones de los libros (o de otras adaptaciones) y el director, salvo excepciones, se ha deshecho (afortunadamente) de sus tics de Tarantino British. Así todo, sus 128 minutos hacen que el climax se vea descompensado.



¿El mejor Holmes? Ese era Jeremy Brett. ¿La mejor película del personaje? Esa es La Vida Privada de Sherlock Holmes. Pero se trata de una correcta reinterpretación del mito que, esperemos, traiga nuevos lectores a la obra de Conan Doyle. Después de todo, a una generación nos enganchó un perro animado.

3 comentarios:

YouKnowWho dijo...

Como curiosidad, la versión rusa de Holmes & Watson (Vasily Livanov y Vitaly Solomin) es muy, muy buena. Y allí Watson tampoco es un gordito simpático como Nigel Bruce, más bien se parece a Law.

Información aquí:
http://www.bakerstreetdozen.com/russianholmes.html

Video aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=Sxf0H_BR-ww

Saludos

YouKnowWho

Julián Glez. Aréchaga dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Julián Glez. Aréchaga dijo...

Ups! me había colado... Este es:
Gracias por la información. Ya había visto algo y es de los más fieles después del protagonizado por Jeremy Brett para Granada TV.

Watsons dignos ha habido varios:
James Mason, Colin Blakely, Patrick McNee, Edward Hardwicke...