Me acabo de enterar de que Jacinto Molina, conocido con el seudónimo de Paul Naschy, ha fallecido esta mañana, 1 de diciembre de 2009, a los 75 años de edad como consecuencia del cáncer que padecía. Con casi un centenar de títulos como actor, desde figurante en producciones de Samuel Bronston en España como 55 días en Pekín a La herencia Valdemar de próximo estreno, trabajó también como director, guionista y productor.
Recuerdo haber leído su autobiografía Memorias de un Hombre-Lobo y que ésta destilaba amargura por como se había ninguneado aquí su carrera. Algo realmente injusto ya que en su trayectoria, con altibajos sí, se puede apreciar una visión de autor, que no está reñida con su predilección por el cine fantástico y de terror (fantaterror como a él le gustaba llamarlo).
Ídolo en Alemania o Japón (donde realizaría una de sus películas más destacadas: La Bestia y la Espada Mágica) y admirado por directores como Tarantino, en los últimos años se le empezaba a valorar en su patria, valgan de ejemplo la medalla de oro de las Bellas Artes recibida en 2001, la recuperación de sus películas en formato digital o la adaptación al cómic de algunás de éstas ilustradas por Javier Trujillo.
Ahora que Benicio del Toro protagoniza The Wolfman, conviene recordar que Jacinto Molina fue el licántropo más prolífico del cine. Waldemar Daninsky polaco, ya que la censura no permitió que fuera asturiano (como la madre de Molina).
4 comentarios:
Una pena, lo conocí brevemente pero respeto mucho su trabajo. Además de que ahora colaboraba con nosotros en Siurell/Dolmen.
Sí, aún con altibajos, su carrera es muy respetable. Aunque se dedicó fundamentalmente al cine de género,no por ello dejaba de ser un cineasta independiente.
Si no recuerdo mal (que soy de ciencias, ¿eh?) el acusativo de la primera declinación (rosa, rosae) tiene una terminación 'am', por lo que debería ser 'in memoriam' ¿no?
Corregido.
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